La Gran Sorpresa

Allá por mayo de 2015, Juan y yo seguíamos hablando por Skype, de cómo nos había ido el día, de qué teníamos planeado para cenar o hacer al día siguiente, seguíamos conociéndonos, un poco más cada día, nuestros gustos, aficiones, manías y algunos que otros malos ratos pasados.

Mientras conversábamos, me volvió a preguntar qué pensaba acerca de viajar a Chile, de la posibilidad de cambiar de aires, probar cosas nuevas, aceptar retos…en fin, empezar de cero. Yo, que soy un poco cuadriculada y, para qué mentir, poco arriesgada, le dije que sería un poco complicado, que Chile estaba demasiado lejos, que yo estaba estudiando, que cómo lo iba a hacer si no tenía para pagarme un vuelo, poder pagar un alojamiento (o al menos darle un aporte a Juan), no conocía a nadie… pero de nuevo me hizo pensar ¿por qué no?…

Realmente, más tarde pensé que podría ser así, que podría empezar de cero, conocer gente nueva, nuevos lugares, nuevas costumbres, podría trabajar en lo mío, o no, podría aprender nuevas cosas…y sobre todo, podría empezar la aventura de vivir con Juan, conocerlo de verdad, no tras una pantalla donde sólo se muestra lo bien y felices que estamos, pero la convivencia es diferente. Por contra, podríamos viajar juntos, afrontar diferentes situaciones uno con el otro, conocernos en profundidad con lo bueno y lo malo, y… ¿qué había que perder?

Pasaron varios días, y en ninguno de ellos volvió a salir la conversación, por lo que pensé que tras tantas negativas: «ya se dio por vencido», y una vez más…me sorprendió. Mientras estábamos hablando, me compartió su pantalla y voilá! era un billete a mi nombre para ir a Chile…no sabía qué decir, no sabía cómo reaccionar…pasaron por mi mente miles de cosas pero sobre todo era…¿Cómo se lo voy a contar a mis padres?.

embarque blog

No es que mis padres sean los más cerrados del mundo, pero poniéndome en sus zapatos, no creo que sea muy fácil encajar que tu hija (chica) se vaya «de viaje» 3 meses con su «novio de Skype» a 11.000 Km de distancia…¿no?, pero finalmente (después de varios días dándole vueltas al asunto) acepté la ¡¡Gran Sorpresa!! que me dio Juan…y no me he arrepentido ni un solo día.

Continuará…

Deja un comentario

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close